viernes, 18 de diciembre de 2009

DEFENDIENDO LO SUYO


Fray Gerundio de Campazas me manda esta imagen tomada en una calle de Sevilla. Los sevillanos mejoran...parece humor gaditano. ¿La recesión nos afecta a todos? Prefiero no preguntar dónde están fabricados los cuatro muñecos...Por si acaso.

viernes, 11 de diciembre de 2009

24 de septiembre 2009

Publicado en La Voz de Cádiz el 24 de septiembre de 2009

ISLA DE LEÓN Y REALES ALCÁZARES DE SEVILLA. LA FAVORITA UNA ÓPERA DE DONIZETTI

Diario de Cádiz 10.12.2009

VII FESTIVAL DE MÚSICA ESPAÑOLA DE CÁDIZ

ORQUESTA DE CÓRDOBA.

Director: Rodolfo Saglimbeni
Piano: Juan José Muñoz Cañivano.
Por : Jesús Sánchez-Ferragut


Programa: Obras de Aldemaro Romero; Federico Moreno Torroba; Arturo Márquez y Astor Piazzolla.
Lugar: Gran Teatro Falla. Día: 28 de noviembre. Asistencia: Más de media entrada.
Calificación: ****

DE BOLÍVAR AL TANGO BONAERENSE, NOCHE DE PROTAGONISMO IBEROAMERICANO.

La Orquesta de Córdoba va camino de consagrarse como uno de los pilares sólidos e importantes del Festival de Música Española de Cádiz. Sus conciertos no suelen decepcionar, sino todo lo contrario. En esta ocasión nos ha demostrado que no es necesario ser una macroorquesta para obtener el mejor de los sonidos. Es cuestión de saber hacer las cosas.

Los que estuvimos el pasado sábado en el Falla, pudimos comprobar que la orquesta suena fenomenal, y que además denota en sus interpretaciones un gran equilibrio entre cuerdas, percusión, maderas y metales. A ello se une la visión de oportunidad que ha tenido al elegir un programa interesante, sencillo aunque sin renunciar a la calidad, y de los que hacen afición.

El concierto comenzó con una suite del compositor venezolano Aldemaro Romero, basada en la banda sonora del film “La epopeya de Bolívar” del cineasta Alessandro Blasetti. Una suite de corta duración, entretenida y estupendamente interpretada por la Orquesta de Córdoba.

La siguiente obra fue la “Fantasía castellana” de Federico Moreno Torroba. Obra para piano y orquesta en tres movimientos sin pausa. Una pieza muy interesante, donde la orquesta sonó plenamente empastada, junto a Juan José Muñoz Cañivano quien hizo una interpretación excelente como solista al piano, tratando al instrumento con delicadeza y con estilo propio. A este último y al sentimiento dio rienda suelta el pianista en la propina que nos regaló tras los aplausos del público, al término de la primera parte: Una versión para piano de la conocidísima canción “Alfonsina y el mar” de los argentinos Ramírez y Luna, e inmortalizada por la voz de Mercedes Sosa. La versión de piano de anoche iba disparada directamente al corazón y los sentimientos del público, e hizo efecto.

La segunda parte del concierto estuvo dedicada enteramente a Iberoamérica. Rodolfo Saglimbeni, director de orquesta venezolano, que en la actualidad es Director artístico de la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas, se dirigió al público para explicar el contenido y significado del concierto programado por la Orquesta de Córdoba, contando alguna anécdota de Arturo Márquez y de Astor Piazzolla.

El “Danzón nº 4” de Arturo Márquez parece que estuviera hecho a la medida de la Orquesta de Córdoba, que ofreció una interpretación de la pieza realmente buena. Un excelente trabajo del viento-madera, a los que se sumaron las trompas y el resto de los metales.

La última obra de la noche, fue el conocido “Tangazo” del compositor argentino Astor Piazzolla. La obra recrea al espectador en el horizonte de Buenos Aires, perfectamente descrito por la orquesta cordobesa, donde destacó el excelente trabajo de toda la cuerda, cumpliendo las exigencias de la partitura sobre todo para los violines. Muy bien de nuevo el oboe y las flautas. Una interpretación redonda.

Un recorrido iberoamericano sumamente agradable de la mano de una excepcional Orquesta de Córdoba.

Publicado en Diario de Cádiz el 30.12.2009

VII FESTIVAL DE MÚSICA ESPAÑOLA DE CÁDIZ

ORQUESTA FILARMÓNICA DE MÁLAGA.

Director: Lorenzo Ramos
Piano: Cristina Alba Padial.
Por : Jesús Sánchez-Ferragut


Programa: Obras de M. de Falla; Joaquín Turina y Ruperto Chapí.
Lugar: Gran Teatro Falla. Día: 27 de noviembre. Asistencia: Más de media entrada.
Calificación: ***

NOCHE DE HOMENAJES

El pasado viernes correspondió el turno de conciertos en el Falla a la Orquesta Filarmónica de Málaga, que acudió a la cita del VII Festival de la mano del Director Lorenzo Ramos.

La apuesta de Ramos ante el público gaditano fue la de utilizar la fórmula del homenaje en varios sentidos, junto con la presentación de obras poco conocidas de tres de los autores españoles más relevantes de finales del XIX y principios de XX: Falla, Turina y Chapí. Ambas cosas, homenaje y obra no tan conocida es el caso de la suite “Homenaje” de M. de Falla, composición del genial autor gaditano en la que plasma su respeto hacia algunas personas de su entorno musical y artístico. Así, esta suite dedica sus cuatro movimientos a Fernández Arbós; Claude Debussy; Paul Dukas y Felipe Pedrell. Una apuesta arriesgada la de la Orquesta Filarmónica de Málaga, por lo desconocida que es del público esta obra, que además es ciertamente desigual en sus cuatro partes, lo que hace a la postre que la impresión de conjunto quede un poco difusa en la mente del espectador. La orquesta tampoco contribuyó mucho a darle vida a la representación, dando la sensación de estar un poco fría en este comienzo de la noche, con una participación irregular del viento-madera. En fin, un poco sin pena ni gloria pasó esta primera propuesta de la Filarmónica de Málaga.

La siguiente obra propuesta por la orquesta malagueña correspondió al compositor sevillano Joaquín Turina, del que se interpretó su Rapsodia sinfónica. Se trata de una obra en un solo movimiento para piano y orquesta. Quizá lo mejor de la noche, y que vino acompañada de la pianista malagueña Cristina Alba Radial, que tuvo una correcta intervención en una obra que tampoco se prestaba mucho al cariño de la orquesta, pero que al final resultó muy interesante, tanto por el hecho de escuchar la obra en sí, única obra de Turina compuesta para piano y orquesta, como por la ejecución de la misma.

La última obra interpretada por la Filarmónica de Málaga, tengo que confesarles que despertó en mí bastante interés nada más ver el programa de mano, ya que nunca antes la había escuchado. Aparece aquí de nuevo el propósito del que les hablaba al comienzo, de utilizar homenaje y obra poco conocida, puesto que estamos en el centenario de la muerte de Chapí, y su obra sinfónica es la gran desconocida. En este sentido, es decir en el de la oportunidad de traer la obra al Festival, me parece acertadísima la decisión de la Filarmónica de Málaga. Sin embargo, una vez escuchada la obra, no puedo decir lo mismo del resultado final. Si bien es cierto que la sinfonía en re menor de Chapí contiene influencias beethovenianas, como se explica en las notas del programa de mano, no es menos cierto que al escuchar la sinfonía entera, uno se queda con el regusto o la sensación de que está aderezada de la técnica zarzuelista, y quiera que no, esto te desilusiona un poco. La orquesta, que en general tuvo una noche discreta, dando una sensación de cierto distanciamiento entre los músicos y Director, tampoco despejó muchas dudas, descompensando un poco la intervención de los metales, que por momentos buscaron una interpretación demasiado efectista, sobre todo en el primer movimiento, “Adagio, Allegro Apasionado”. Lo mejor de la obra, y creo coincidir plenamente con las críticas de la época, es el segundo movimiento, “Andante con moto, molto expresivo”, donde el autor puede presumir de haber creado una bonita melodía. También tuve la sensación de un mejor equilibrio en la orquesta Filarmónica de Málaga al ejecutar este movimiento. Los otros dos movimientos, “Presto” y “Molto allegro e vivace”, mejoraron un poco en ejecución orquestal.

El último homenaje de la noche vino en la propina, y que el Director ofreció a la memoria de Albéniz (centenario de su muerte) y a los presentes: “Cádiz”, de la Suite española de I. Albéniz, en versión para orquesta de cuerda.

Publicado en Diario de Cádiz el 29.12.2009

VII FESTIVAL DE MÚSICA ESPAÑOLA DE CÁDIZ

ORQUESTA BARROCA DE SEVILLA.

Director: Diego Fasolis
Soprano: María Espada.
Por : Jesús Sánchez-Ferragut


Programa: Obras de Juan Francés de Iribarren(1699-1767) y Jayme Torrens (1741-1803), del último disco de la OBS “Arde el furor intrépido”, música de la Catedral de Málaga en el S.XVIII
Lugar: Gran Teatro Falla. Día: 26 de noviembre. Asistencia: Más de media entrada.
Calificación: *****

EL XVIII MALAGUEÑO BRILLA CON LA GENIAL ORQUESTA BARROCA DE SEVILLA

Los conciertos de la Orquesta Barroca de Sevilla causan siempre expectación en Cádiz. Y la verdad, no es para menos, pues la agrupación sevillana tiene una bien ganada fama tanto en España como fuera de nuestras fronteras, por la labor que vienen realizando de recuperación del patrimonio musical de los siglos XVII y XVIII en una producción discográfica que suma ya cuatro discos, y también por la excepcional calidad de sus conciertos.

El programa que la Orquesta ofreció el pasado jueves en el Falla, además de ser el comienzo de su Temporada estable de conciertos, fue la presentación ante el VII Festival de Música Española de Cádiz de su última grabación: “Arde el furor intrépido”, disco que presenta como novedad el haber sido grabado en un nuevo y propio sello discográfico: OBS-Prometeo.

La Orquesta Barroca comenzó con un villancico a Solo de Reyes con violines y trompas “Guiados por una estrella” de Jayme Torrens, maestro de capilla de la Catedral de Málaga, y sucesor en el cargo del otro autor de la noche, Juan Francés de Iribarren. Desde la primera intervención, la soprano extremeña María Espada dejó ver sus enormes aptitudes y cualidades para interpretar esta música barroca, destacando sobre todo su estupenda dicción del texto.

Siguiendo el programa del concierto, dedicado por completo a composiciones barrocas de la Catedral de Málaga, sobre música religiosa no litúrgica con textos en español, interpretaron la obra de Iribarren, Cantada con violines al Santísimo, de la obra “Prosigue acorde lira”, con una introducción musical en forma de Tocata, y dos recitativos con areas cantable y Spiritoso. Una composición realmente bella, con melodía deliciosa, sobre todo en el Area Cantable, y que la soprano María Espada supo afrontar de manera genial. Destacaron también los violines de la orquesta en un trabajo pulcro y bien empastado.

Las obras de Jayme Torrens y Juan Francés de Iribarren se fueron intercalando durante el resto del concierto: Soberano Señor, un villancico a Solo al Santísimo con violines, y O Adalid invencible, también villancico a Solo a los Santísimos Mártires Ciriaco y Paula con violines, de Jayme Torrens, y Entrada arioso de “Alados celestiales”, un villancico instrumental de Kalenda al Santísimo con violines y trompas.

De la orquesta, quizá únicamente decir que las trompas no llegaron a convencerme del todo, no estando tal vez la calidad sonora de los instrumentos en consonancia con el resto de la formación, que por el contrario obtuvieron sonidos muy cuidados, trabajados con exquisitez bajo la batuta del Director suizo Diego Fasolis. La cuerda en general muy bien, y un importante trabajo al bajo continuo del órgano, clave, guitarra y tiorba. Rigor, equilibrio y virtuosismo.

Lo mejor de la noche vino al final, con la interpretación del tema que da nombre al disco: Arde el furor intrépido, de Iribarren. Es un Aria al Santísimo con violines y trompas. La pieza permite un mayor lucimiento de la soprano, que estuvo fantástica, con un excelente empaque, dicción y técnica, acompañada con extrema delicadeza por la orquesta, con un resultado que entusiasmó al público, que recompensó con el aplauso y varios bravo a la soprano.

Hubo propina al final del concierto: el aria “Lascia ch’io pianga“ de G. F. Haendel. Pese a lo atractivo de esta pieza, de factura extraordinariamente bella, no me convenció, quizá por culpa de una ejecución demasiado lenta por parte de la orquesta, que también dio a las trompas un protagonismo inmerecido.

La Orquesta Barroca de Sevilla tiene previsto volver a Cádiz este año y el próximo dentro de su programación de Temporada. No se lo pierdan, pues lo que ofrecieron el jueves pasado, dentro de su clase, sin duda, está a la máxima altura del panorama musical español y probablemente mundial.

Publicado en Diario de Cádiz el 28.12.2009

VII FESTIVAL DE MÚSICA ESPAÑOLA DE CÁDIZ

REAL ORQUESTA SINFÓNICA DE SEVILLA.

Director: Juan Luis Pérez
Piano: Ana Guijarro
Por : Jesús Sánchez-Ferragut


Programa: Fantasía 1949 para piano y orquesta de Manuel Castillo; Noches en los jardines de España de Manuel de Falla; “Serenata” de la Fantasía Morisca y Los gnomos de la Alhambra, de Ruperto Chapí
Lugar: Gran Teatro Falla. Día: 25 de noviembre. Asistencia: ¾ de aforo.
Calificación: *****

LA ROSS OFRECIÓ UN ESTRENO ABSOLUTO EN UNA AGRADABLE NOCHE ESPAÑOLA

El plato fuerte de la noche se sirvió a los espectadores nada más empezar el concierto: El estreno absoluto de una obra inédita de Manuel Castillo.

Antes de comenzar, Ana Guijarro, la pianista que interpretó la obra de Castillo se dirigió al público para agradecer a la ROSS el poder dar luz a esta obra inédita del compositor, justo cuatro años después de su muerte.

La “Fantasía 1949 para piano y orquesta” de Manuel Castillo fue compuesta cuando el compositor tenía 19 años, y ha pasado inadvertida hasta ahora, entre otras razones, probablemente, por deseo de su autor, que quizá vio en ella una obra desfasada en relación a los cánones estéticos y de composición que se imponían entre los compositores españoles de la segunda mitad del S. XX. La Fantasía 1949 podría responder a una obra de composición de su etapa de formación, si bien no hay muchas referencias que confirmen totalmente estas suposiciones. Profesores como Norberto Almandoz en Sevilla y Conrado del Campo en Madrid podrían haber tenido algo que ver con el nacimiento del concierto estrenado el miércoles pasado en el Falla. La partitura original, que carecía de instrumentación, solo estaba escrita en su parte orquestal para piano, y quien hoy ocupa el puesto de Director del Conservatorio “Manuel Castillo” de Sevilla, Luís Ignacio Marín, ha sido el encargado de efectuar los arreglos y la orquestación de la obra.

Fantasía 1949 es un concierto para piano y orquesta de corte totalmente albeniciano, atemporal, ya que podría encuadrarse perfectamente dentro de la corriente nacionalista romántica española del XIX, pese a haber sido escrita a mediados del XX. Los dos temas expuestos en la obra son realmente bellos, y además la partitura permite el lucimiento de los recursos del pianista. La orquestación muy bien, respondiendo a patrones expresionistas, y dando juego a los metales y maderas, cada uno en su propio plano, dentro de un contexto muy español.

Una excelente obra, quizá un poco academicista, pero que ha merecido la pena rescatar y estrenar en el marco del este VII Festival de Música Española de Cádiz. La Sinfónica de Sevilla estupenda, dirigida magistralmente por Juan Luís Pérez, jerezano, alumno de Manuel Castillo, (y de Manuel Galduf), y responsable de la localización de la partitura original de Fantasía 1949.

Siguió en el repertorio Las noches en los jardines de España, de M. de Falla, donde Ana Guijarro tuvo una más que correcta intervención, en una versión amable y sin demasiadas complicaciones de la ROSS bajo la batuta de Pérez. El conjunto sonó bien, aunque la versión no haya sido de las que se queden en el recuerdo.

Al término del primer acto, Ana Guijarro, nos ofreció una propina, de esas que dejan al respetable boquiabierto y con ganas de más: La pavana “capricho” de Albéniz. Excelente trabajo el de ana Guijarro.

La segunda parte del concierto fue muy diferente de la primera, aunque sin que para nada decayera el estupendo nivel de la Sinfónica sevillana. Se interpretaron obras de Ruperto Chapí, en conmemoración del centenario de su fallecimiento.

La primera de las obras fue la “Serenata” de la composición sinfónica “Fantasía morisca”, a la que la orquesta dirigida por Juan Luís Pérez le dio el carácter necesario a una composición que contribuyera a incluir en su día a Chapí, junto con Tomás Bretón y Jesús Monasterio en el llamado “Alhambrismo”. Sus dos temas fueron expuestos con claridad, consiguiendo crear el efectismo requerido por la obra. La última interpretación de la noche fue “Los gnomos de la Alambra”, donde la ROSS concluiría una noche de música plenamente española. Destacaron el corno inglés y el clarinete bajo, que junto con los cellos hicieron un excelente trabajo en la orquesta.

En resumen, una noche agradable en compañía de una gran orquesta, como lo es la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, y disfrutando de música española de verdadera calidad.

Publicado en Diario de Cádiz el 27.12.2009

VII FESTIVAL DE MÚSICA ESPAÑOLA DE CÁDIZ

THE SOLOISTS OF LONDON Y PILAR JURADO.

Por : Jesús Sánchez-Ferragut


Programa: De España a Haendel. Obras de Georg Friedrich Haendel, Antonio Rodríguez de Hita y José de Nebra
Lugar: Gran Teatro Falla. Día: 24 de noviembre. Asistencia: ¾ de aforo.
Calificación: ****
DEL BLANCO Y NEGRO AL COLOR
¿Han visto ustedes esos anuncios donde sobre un fondo de película en blanco y negro se destaca al actor o actriz a todo color? Pues bien, esa es la definición de lo que pasó en el concierto de The Soloists of London y Pilar Jurado el pasado martes en el Falla.

Sobre un programa de mano un tanto especial y que rezaba: “De España a Haendel”, repertorio escogido expresamente por Pilar Jurado, el concierto lo abrió la conocida formación musical de solistas ligados a Londres y Alcalá de los Gazules, en un escenario frío, sin el más mínimo adorno, aunque con la concha acústica colocada perfectamente, sin duda necesaria para una correcta audición de las orquestas, pero tremendamente antiestética, sobre todo las luces. Y frío fue también el comienzo de la orquesta de solistas que a modo de introducción interpretó la Sarabande de Haendel.

Sobre este fondo blanco y negro de The Soloists apareció en el escenario Pilar Jurado, deslumbrante, desbordante de simpatía y belleza. Comenzó con un “Ombra ma fui” de Haendel muy discretito y continuó con “Mi bien turbado” de Las labradoras de Murcia, obra de Antonio Rodríguez de Hita. Realmente pensé que el concierto se vendría abajo y sería un auténtico desastre después de esta interpretación donde la orquesta fría y distante sobre un fondo que se tornó casi gris desde el blanco y negro, en nada colaboró con una titubeante Jurado, también desconocida en su faceta normal de cantante de carácter.

Afortunadamente la magia fue resurgiendo poco a poco y el “Lascia ch’io pianga” del Rinaldo de Haendel nos devolvió a la Pilar Jurado a la que estamos acostumbrados, señora de la coloratura, fuerza y expresión dramática envueltas en una deliciosa voz. La orquesta también mejoró y la cosa empezó a sonar realmente empastada.

La primera parte del concierto acabó con “Temprana rosa” de José de Nebra, un aria que en nada desmerece otras de Haendel y que Pilar Jurado interpretó muy bien, con seguridad y haciendo gala de recursos y técnica.

La segunda parte del concierto dio comienzo con La Introduccione IV de Locatelli a cargo de The Soloists.

Piangeró del Giulio Cesare de Haendel; L’alma mia frà le tempeste de Haendel; Briseida de Antonio Rodríguez de Hita y Rosa, tronco de José de Nebra fueron el resto de las arias que interpretó Pilar Jurado, quien fue llenando por completo la escena de color. De su color. Del de su precioso vestido al de su espléndida voz. Color que se fue superponiendo al blanco y negro inicial de la orquesta, y que dio al principio del concierto, como resultado, un contraste chocante y no esperado entre cantante y músicos. Sin embargo a estas alturas de la segunda parte del concierto el público comenzó a aplaudir decididamente a la diva, quien correspondió dando lo mejor de si misma, haciendo que desaparecieran los tonos y matices oscuros de la escena por completo, imponiendo con profesionalidad lo que ella sabe hacer a la perfección: La coloratura y el drama.

No obstante lo dicho, The Soloists tuvo una impresionante interpretación de la Chacony de Purcell, a mitad de concierto, con su característica forma de interpretar de cara al público, matizando cada nota e interpretando los pianísimos como pocos saben hacerlo.

Pilar Jurado regaló dos propinas al final: “Oh had I Jubal’s Lyre” de Haendel y de nuevo el “Lascia ch’io pianga” del mismo autor. Soberbia. El público la ovacionó. Por cierto, para la próxima, esperemos que la organización retire del fondo del escenario los podios de coros, y que no se olviden de entregar unas flores a la soprano al acabar el concierto, por favor. Sería un detalle.

Publicado en Diario de Cádiz el 26.12.2009

sábado, 15 de agosto de 2009

MÍSIA. Noches de Bohemia. Jerez de la Frontera.
Por : Jesús Sánchez-Ferragut

MÍSIA.
Programa: CONCIERTO: “RUAS”
Lugar: Jardines de la Atalaya.
Día: 23 de julio de 2009. Asistencia: ¾ del aforo

DE VIAJE POR LOS JARDINES DE LA ATALAYA.

Mísia llegó a Jerez, a los Jardines de la Atalaya. Con la mano en la frente a modo de visera, oteó más allá del escenario, buscó entre los recovecos del paseo, detrás de los árboles y por los caminos del jardín. Preguntó incesantemente si había japoneses, o pinochos, lisboetas, parisinos, madrileños... Qué se yo la cantidad de gente que se puede uno imaginar entre las filas de butacas dispuestas en los jardines, tras escucharla. Casi se llega a sospechar del que está sentado delante ¿Será coreano?, o de la pareja de dos filas a la derecha, con pinta, tal vez, de belgas recién llegados...Aunque la verdad, tengo que decirles, yo solo ví gente mayormente de Jerez. Eso sí, entre el público me pareció ver, discreta, a La Mari de Chambao, escuchando atentamente a la internacional Mísia, cantando a su manera una peculiarísima versión de la canción “como el agua” de Camarón. La verdad, esto último no me dejó indiferente, que Camarón es de mi Isla...Otra cosa es que me gustara. Todavía tengo sentimientos contradictorios. Aunque sospecho que la próxima vez que escuche “como el agua” acudiré a lo seguro...
El concierto, como el CD que vino a presentar a Jerez, “Ruas”, tuvo dos partes, muy diferentes una de otra, y con un intermedio, que sirvió para que el personal tomara fuerzas en el bar para afrontar una segunda parte caprichosa y con muy poca relación con la primera, que estuvo basada en la canción más tradicional portuguesa, el fado, una morna y alguna marcha lisboeta. Fue esta primera parte, “Lisboarium”, la dedicada a su país natal, aunque como dice ella, “soy ibérica, mitad española y portuguesa”, y hubo espacio para poetas como Pessoa, Saramago, Vasco Graça Moura, etc. Seriedad, sobriedad, pulso y púa en el escenario, con la intervención de un violín en algunos temas, y la saudade y el sentimiento en la voz de Mísia.
En la segunda parte, y correspondiente con el segundo CD “Turistas”, todo cambió, y, si soy capaz de sintetizar lo que habló, que no fue poco, Mísia cuando intentaba explicar el porqué de sus canciones, o de sus viajes y de su vida, les diría Uds. que la solución del enigma es: El nuevo producto Mísia es lo que a modo de esponja y, previamente tamizado o metabolizado por sus sentimientos, ha absorbido la cantante, fruto de sus múltiples viajes y vivencias, y que ahora proyecta al mundo, musicalmente hablando, con un factor de conversión común, cual es el fado y la forma de interpretarlo. A ello le ha añadido un toque de distinción, que incluso llega en algunos casos a rozar el “grunge”, al introducir una gastada guitarra eléctrica (parte de la puesta en escena) que con los efectos, distorsiona y hace chirriante algunos pasajes de las melodías de las canciones. Curiosa mezcla la que suena, cuando uno se para a pensar que lo que hay en el escenario es un violín junto con una eléctrica y el trío de pulso y púa (viola de fado, guitarra portuguesa y bajo acústico). No deja de ser curioso, aunque la verdad, la guitarra eléctrica distorsionada supliendo a un mandolina en una canción napolitana, me pareció un poco petardo, así como la versión de la Ranchera de Cuzco Sánchez (popularizada por Chavela Vargas), que tampoco me convenció. Aunque si esto les parece curioso, lo que de verdad fue la sorpresa de la noche fue oírla cantar una canción en japonés. Sí, sí, en japonés. Y no sonaba mal...
Mísia, viajera, estuvo en Jerez, buscando por los jardines de la Atalaya. Cantó unas 20 canciones, propias y extrañas, y habló de sentimientos, infidelidades, mentirosos pinochos, en muchos idiomas, buscando complicidades entre el público. Espero que las encontrara, y también el camino para salir de los Jardines de la Atalaya, que a veces es complicado por la cantidad de senderos que tiene.

OMAR FARUK ENSEMBLE & ARTO TUNCBOYACIYAN. JEREZ 16.07.09







OMAR FARUK ENSEMBLE & ARTO TUNCBOYACIYAN. JEREZ 16.07.09
Por : Jesús Sánchez-Ferragut


Programa: SIN FRONTERAS. Concierto.
Lugar: Jardines de la Atalaya de Jerez. Día: 16.07.09. Asistencia: Casi completo

FARUK, ENTRE ORIENTE MEDIO Y OCCIDENTE, LOS SONIDOS DEL MEDITERRÁNEO.

Un concierto sorprendente para el que no es seguidor de este músico y cantante que es reconocido hoy día como uno de los mejores, o quizá el mejor representante de la música del Medio Oriente, Turquía, en Estados Unidos.
Faruk y su Ensemble, del que forman parte un israelí a la guitarra, un armenio en la percusión, un griego en los teclados, un norteamericano con la darbuka y otro turco al melody arp, posee varias grabaciones y una afamada reputación, esforzándose en superar fronteras y barreras ideológicas, políticas o religiosas como el propio Faruk contaba al público jerezano en un inglés con fuerte acento turco.

Todo un alarde de instrumentos del medio oriente fueron puestos en escena en los jardines de la Atalaya: La flauta “ney” interpretada por el propio Faruk, en una verdadera exhibición de multivirtuosismo instrumentista. La “zurna”, u oboe turco, también interpretado par Faruk. La “baglama” turca, instrumento de la familia del buzuki griego, que nos recuerda a un laúd de mástil alargado. El arpa turca, y en la percusión el “daf” y la “darbuta”. Salvo el arpa, prácticamente todos los instrumentos sonaron bajo las manos, impresionantes por cierto, de este músico nacido en Adana, Turquía.

La parte simpática del concierto la puso el armenio Arto, que se unió para la ocasión al Ensemble de Faruk, cantando y tocando la batería. No hace mucho Arto estuvo en “El hormiguero”, el programa de televisión de Pablo Motos, haciendo de las suyas.

Para los seguidores de Faruk, entre los principales temas que interpretó figuaraban: Yunus; Haydar; Love Respect Truth; Sayrek-Sayrek; 1982; Elatio, Ole Aman; Hijaz Raks, Shaskin; Imaginary Traveller; Shinanai y Fire Dance.

Los Jardines de la Atalaya, un marco incomparable para esta música (y para otras, la verdad sea dicha), por las condiciones de falta de ruidos y lo agradable de los jardines. La puesta en escena muy pobre, con una iluminación tipo feria, y detrás de los músicos unos focos que molestaban bastante al respetable cuando se encendían. Por lo demás, un concierto verdaderamente interesante, incluso para los no amantes de este tipo de música turca-medioriental, y con ciertos tintes mediterráneos por la participación de la guitarra, que hizo sus pinitos dóricos.

El público aplaudió agradecido e incluso hubo quien se arrancó con algún que otro movimiento de la danza del vientre.

martes, 19 de mayo de 2009

TERAPIA DE GRUPO

Una amiga me manda por email esta viñeta. ¿Cual será el siguiente animal que admita el grupo?

lunes, 18 de mayo de 2009

PARA MARIO BENEDETTI

Se nos ha ido un poeta..., pero nos deja su poesía..., la de la soledad y el amor, la del amor que todo lo puede..., la de la soledad que todo lo aísla...
(Salvador García Palau)

viernes, 15 de mayo de 2009

PEDRO MÁRQUEZ NOVAL. IN MEMORIAM

Hola Pedro, amigo. Vaya raquetazo que nos has dado. Y todo porque ella, la parca, te jugó de revés, suave, a la vez que tendido y profundo, tanto que no te enteraste que era tu último set, campeón.

Ella, la enemigo que siempre está ahí, la que anda parapetada detrás de no se sabe qué o quién. La que se mimetiza con mucho mejor disfraz que cualquiera de los miles de carnaval que conociste a lo largo de tu vida. Ella, solita, puso en escena tu último cuplé, el popurrí que sabe interpretar sin miramientos ni desafino.

Cuando fui a decirte adiós, el jueves, no comprendí nada y sí lo entendí todo. Pero no se lo pude decir a tu padre, Pedro, porque las lágrimas y el nudo en la garganta no me dejaron. Solo pude abrazarlo…Tus hemanas…Tori…Tus hijos.

Por la mañana, temprano me puse el traje y la corbata, seguro de lo que hacía, y me fui a verte. Coco, tengo que decirte que la enemiga común te trató como el caballero que siempre has sido. Escogió el mejor escenario para vencerte: Una pista de tenis, campo del honor, junto a tu hijo, y tu expresión serena. Tu cumplimiento con tu última obligación lo afrontaste en La Isla, una tarde de mayo, sin levante, con el sol cayendo, que es cuando el color del cielo se transforma en naranja. Nadie podía imaginar, ni nadie al verte después, podría deducir que estabas cumpliendo con el último deber que nos espera a todos.

Desde allí arriba, en el Cielo, donde seguro estás ahora con tu madre, pienso que ya las preocupaciones del saber porqué ni las del tener que entender, te afectan lo más mínimo. Yo sin embargo, aquí abajo sigo sin comprender el porqué de tu marcha, aunque sí entiendo lo que ella, la parca, ha querido decirnos a todos, al llevarte de la forma en que lo ha hecho. Adiós amigo.

Jesús Sánchez-Ferragut
Publicado en Diario de Cádiz. 18.05.2009

jueves, 7 de mayo de 2009

ZARZUELA. LA CORTE DEL FARAÓN. CÁDIZ 02.05.2009

ZARZUELA. LA CORTE DEL FARAÓN.
Por : Jesús Sánchez-Ferragut

Antología de la Zarzuela: LA CORTE DEL FARAÓN de Vicente Lleó. Libro de Guillermo Perrín y Antonio Palacios. Versión de Antonio Paso. Estrenada en el Tearo Eslava de Madrid en 1910

Reparto: José Carlos Crooke; Rosa Ruíz; Carmen Aparicio; Juan Carlos Barahona; Antonio Ramallo; Santos Ariño; Emilio Carretero; María Jesús Sevilla; Rabel Cordero; Alicia Martínez; Ángel Castilla; Iñaki Álava; Ángel Walter; Yolanda González; Guadalupe Fernández; Virginia Llamas; Óscar Cabañas; Remy Fontanillas. Coros y orquesta de la compañía.
Lugar: Gran Teatro Falla. Día: 2 de mayo 2009. Asistencia: Aforo más del 80%.
Calificación: (Tres estrellas y media)

LA PICARDÍA FINA, EN CLAVE DE ZARZUELA Y DE HUMOR.

El reto era grande: Un Madrid-Barça programado casi a la misma hora; Una Motorada en la calle; el FILECADIZ 2009 a escasos metros del teatro y la crisis económica de fondo…Sin embargo no impidieron que el Gran Teatro Falla se llenara por completo en patio de butacas y en los palcos. Sólo quedaron algunas entradas sin vender en Paraíso para ver esta representación de La Corte del Faraón, puesta en escena por “Antología de la Zarzuela SL”.
Lo Bueno: Que el numeroso público asistente se lo pasó en grande con la representación de esta obra, máximo exponente humorístico del género español por antonomasia, que es la Zarzuela. La Corte del Faraón tiene bien ganado ese mérito desde que se estrenara en Madrid en 1910, y pese a que durante una buena temporada estuviera prohibida su representación en los teatros españoles.
Lo Regular: La pérdida, en parte, de la crítica y sátira que la obra original contiene. Lo cual, todo sea dicho, es normal si la compañía se ciñe, como en este caso, a una versión clásica de la obra, sin mayores actualizaciones que hagan realidad en la representación la crítica social actual, sobre todo ante situaciones que han cambiado tanto actualmente como lo es, por ejemplo, el tratamiento de la homosexualidad en la escena.
Lo Mejor: La escenografía y decorados, que críticas aparte sobre su mejor o peor oportunidad estética, pero lo cierto es que en este caso se nota un esfuerzo e interés notable de la compañía por hacer bien las cosas en ese sentido. Sin constituir un alarde de sofisticación, la escena estuvo ágil, tanto en el cambio de decorados como en el movimiento de actores, coros y cantantes. Junto a la escena, hay que destacar los números de ¡Ay bá! ¡Ay bá! ¡Ay bábilonio que mareo! Que transportó al público al mejor género de la picardía fina, y de la insinuación picante, consiguiendo que todo el patio de butacas colaborara en la interpretación. También destacable el número del “Garrotín”, donde la fuerza musical se suma a la interpretativa y a los “pinitos” de las bailarinas de la compañía.
Lo Peor: Lo más flojito de la noche fue la parte musical, donde salvo algunas contadas y acertadas intervenciones de Juan Carlos Barahona (Putifar) y de Antonio Ramallo (Faraón), la verdad es que el resto de los cantantes estuvieron más bien flojitos que otra cosa. Una pena el trío de las viudas, que suele dar bastante juego a las representaciones de La Corte del Faraón, y que sin embargo en esta ocasión pasó sin pena ni gloria, ya que ni en lo musical ni en lo interpretativo resultó creíble (ni entendible).
Lo Pasable: La orquesta y coros de la compañía, que tuvieron una intervención discreta, aunque sin lugar a dudas el contar con una orquesta en directo siempre es un lujo que da cuerpo y vida a la representación. De todas maneras, de ambas cosas, lo más flojito, los coros.
Al final el público, que en una gran parte acudió arreglado para la ocasión, aplaudió con ganas a toda la compañía, que tuvo una más que correcta actuación en la parte artístico-teatral, con actores, que como en el caso de José Carlos Crooke (Casto José), María Jesús Sevilla (Raquel), Raquel Cordero (Artemisa), y Carmen Aparicio (Faraona), lo hicieron francamente bien, en una puesta en escena que sin duda mejora otras producciones de zarzuela de anteriores representaciones en el Falla.

CONCIERTO PARA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN. CÁDIZ 01.05.2009






















CONCIERTO PARA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
¡VIVA LA PEPA!
Plaza de San Antonio. Cádiz. 01.05.09

Con retraso, como suele ocurrir en estos casos, desgraciadamente, cuando la cosa es gratis total, comenzó el primer concierto del Festival Internacional por la Libertad de Expresión 2009.
Cuando las ideas no se tienen claras, se trasluce inmediatamente en la organización, y eso es un poco lo que pasó ayer con el concierto del día del Trabajo en Cádiz. Bueno, no fueron los "Coros y danzas" de otros tiempos, la verdad sea dicha, pero forzar las cosas para dar espectáculo gratis al público aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, pues como que no...
La falta de sensibilidad artística demostrada por la organización fue descomunal, al convertir al maestro de maestros cantaurores, Don Javier Ruibal, en telonero "ad hoc" de un espectáculo donde la gente mientras cantaba, solo se preocupaba de acomodarse en la plaza a la vez que achicaban macetas de bebedizos espirituosos, o directamente litronas y botellonas. Todo, sea dicho, para recibir como es menester a los dos platos realmente fuertes de la noche, que fueron, por razones diferentes, en honor a la verdad, LA MALA y ORISHAS. Y ni LA MALA ni ORISHAS defraudaron a su público, a juzgar por el seguimiento masivo de sus canciones que el público hizo, y el extenso repertorio traído por ambos grupos. La Mala Rodríguez, de la tierra, de Jerez y criada en Sevilla. Orishas, cubanos del mundo, cada uno de los tres camponentes viven en un sitio diferente. La MALA hace un Hip-Hop con acompañamiento electrónico y Dj. Luce palmito y modelito de leopardo venido amenos, o gata subida a sus máximas prestaciones. De vez encunado hace alguna escala musical y deja entrever que sabe entonar por flamenquito…
Los de ORISHAS van también de Hip-Hop, pero es otro rollo totalmente diferente. Suenan a músicos experimentados y con más millas en el cuerpo de lo que a un primer vistazo aparentan. Saben lo que hacen y se tienen bien estudiado el guión.
Por último mencionar a JARABE DE PALO, que aunque pudiera parecer que ellos iban a ser el plato fuerte y el centro del concierto, la verdad es que, y pese a todos los intentos de la Organización para que ello fuera así, su actuación sólo se quedó en una mera promoción del grupo que lidera PAU DONÉS. Hace falta algo más que poner un bajo eléctrico en manos de una impresionante intérprete caribeña, para hacer espectáculo…Hace falta renovarse.
En fin, un espectáculo que acabó a las 12,30 y que seguramente aportó mucho a la libertad de expresión, cosa que pudimos “comprobar” los muchos plumillas, redactores y fotógrafos que nos dimos cita para la ocasión.

martes, 14 de abril de 2009

MARÍA BAYO EN CÁDIZ

MARÍA BAYO. Soprano.
Por : Jesús Sánchez-Ferragut

María BAYO. Soprano.
Maciej Pikulski, piano.

Programa: Selección de lieder de W. A. Mozart; Obras de I. Albénz (conmemoración del centenario de su muerte); Cinco canciones playeras de O. Esplá; Tres canciones de E. Toldrá; Cinco canciones negras de X. Montsalvatge.
Lugar: Gran Teatro Falla. Día: 4 de abril. Asistencia: Aforo al 50%.
Calificación: *****

MARÍA BAYO: SENCILLAMENTE, DULCE Y MARAVILLOSA

Es realmente difícil condensar en pocas palabras lo mejor de María Bayo, por la sencilla razón de que son muchas las cualidades de esta entrañable soprano navarra.
Cuando asistes a uno de sus conciertos, no sabes bien qué ocurre, pero lo cierto es que enseguida estás cautivado y no te paras a analizar el porqué. Intentaré explicárselo a ustedes, ya que no es la primera vez que asisto a un recital suyo (tuve la gran suerte de verla también en el Real Teatro de las Cortes de San Fernando, hace exactamente cinco años). Una de las razones importantes, es el directo que tiene María, que simplemente es impresionante, y eso que el Gran Teatro Falla no es el más idóneo de los auditorios para este tipo de recitales, pues el sonido tiende quizá a ser un poco seco, no dejando lugar a toda la brillantez de la cantante.
María llega al público de manera inmediata. Su sencillez, simpatía y la amabilidad de su rostro, ponen un marco que hace que el espectador se sienta como en casa. Junto a eso, Bayo posee una formidable técnica, y tiene una voz, agradable y bonita como pocas. Además, su dicción es modélica, de las mejores, tanto en español como en francés.

En esta ocasión, María Bayo vino acompañada del pianista Maciej Pikulski, de origen polaco, licenciado por el Conservatorio Superior de Música de París, y con un excelente currículo internacional, que incluye el haber sido pianista exclusivo del barítono José Van Dam.

El concierto comenzó con una selección de 9 lieder de W.A. Mozart, cantados en alemán, francés e italiano, donde María dejó claro la que ya les anuncié que es una de sus grandes virtudes: Una extraordinaria dicción. Era el prefacio de lo que sería una de las notas básicas el resto del concierto: Un verdadero homenaje a la música culta. Junto a ello, la otra nota dominante del programa: Un importante trabajo de recuperación y difusión de temas y autores españoles.

María escogió tres temas de Isaac Albéniz, como homenaje en el centenario de su fallecimiento (18 de mayo de 1909). El genial músico de Camprodón, tiene en común con María Bayo, el haber nacido en España, y haber vivido en Francia. Las tres obras de Albéniz fueron, para mí, lo mejor de la noche: “Chanson de la Barberine” (Alfred de Musset); “Tristesse” (Pierre Loti); Il est en de L’amour (Marqués de Costa de Beauregard). Una apuesta valiente de Bayo, pues las piezas las ha traído a Cádiz recién incorporadas a su repertorio, aunque sin duda todo un acierto, además porque su estructura musical es exquisita, a lo que sacó todo su jugo con el piano Maciej Pikulski. Brava y Bravo.

Importante trabajo también el de María al interpretar las “Cinco canciones playeras” de Oscar Esplá, con letras de Rafael Alberti, sin duda un homenaje a Cádiz.
De Eduard Toldrá, interpretó tres canciones del ciclo de “Seis canciones”, con letras de Pablo de Jérica, Lope de Vega y Garcilaso de la Vega. De verdad, todo un lujo.

El programa oficial finalizó con la interpretación de las “Cinco canciones negras” de Xavier Montsalvatge, con la exquisitez interpretativa que acostumbra María a cantarlas: Puro ritmo, dicción y carácter.

El primero de los “bises” que nos regaló fue “Los ojillos negros” de M. de Falla, en homenaje al compositor gaditano. Y para los que se quedaron con las ganas de saber los nombres de las dos últimas propinas, ahí van: La romanza “Yo soy Cecilia Valdés” de la zarzuela cubana “Cecilia Valdés” de Gonzalo Roig (1890-1970). Y “Les filles de Cádix” (Las hijas de Cádiz), un bolero de Léo Delibes (1836-1891), al que María acompañó con movimiento y ritmo, para deleite del público, que la despidió puesto en pié, con una gran y merecidísima ovación.

Publicado en: DIARIO DE CÁDIZ 06.04.2009

viernes, 27 de marzo de 2009

OTRAS VOCES EN LA PASIÓN. SAN FERNANDO 26.03.2009

MARCHA PARTICULAR PARA UN JUEVES SANTO EN CUATRO MOVIMIENTOS
Por Jesús Sánchez-Ferragut

-PRELUDIO.
-TEMPO DE PERDÓN.
-TEMPO DE MISERICORDIA
-TEMPO DE SILENCIO.




PRELUDIO:

Querido oyente, lo que describo no es una partitura de marcha,
ni siquiera un relato objetivo de una audición perdida en los tiempos donde mi niñez se cruzaba con el olor de los naranjos de mediados del siglo veinte.
Donde la contaminación acústica de mi Isla era un relato de ciencia ficción,
porque el mejor y el mayor de los sonidos era el de una banda acompañando a una virgen un Jueves Santo.

Lo que describo tiene toda la subjetividad, que por derecho
y por ser ciudadano de este trozo marinero e Imperio de la luz,
me otorgo sin miramientos.

La única ciencia ficción de lo que cuento está en decir que es ciencia.
Mi única ilusión, es producirla en ustedes, con mis palabras.

Mi meta, despertar en vosotros el ritmo:
Ese cordón umbilical que une la música y la métrica; la melodía y la poesía.

Cruzo Puente de Hierro, camino voy de La Casería, a cuatro por hora.
Cuarenta pasos por minuto me dirigen
al primer motivo de mi Jueves Santo particular.
Casetilla de carabineros, caño de La Carraca,
enfilo la subidita hacia el cuartel de instrucción:
Vida, movimiento, cotidianidad de otra época.

TEMPO DE PERDÓN:

Mis pasos me llevan, dajando atrás el cementerio de los ingleses,
a la playa de la Casería, y llego por fin a la iglesia:
PARROQUIA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN.
El Cristo me está esperando.
Son la cuatro y media de la tarde y una banda de cornetas y tambores da vida al primer motivo en este mi jueves particular.

De voces humanas imposibles, coros metálicos suenan.
Son cuatro las voces: Las que más, entre el Do y el Re,
la cuarta, en Si bemol, solo apoyada por dos cornetas.

Los tambores, hoy de parches relucientes al sol,
otrora, destemplados, fueron la única base,
y militar musicalidad de la cofradía.

Hoy, redobla una caja, rufante entre percusión de tambores y bombos.
Todos: Coros de metal y tambores, son los compañeros de este Cristo
que me invita al recogimiento y al estremecimiento.


TEMPO DE MISERICORDIA:

Camino de la Cruz, puente de la Casería,
buscando la Divina Pastora voy, entre calles y naranjos en flor.
Un penitente rezagado aprieta la marcha. La calle bulle.
Son cerca de las siete de la tarde y el segundo motivo de mi jueves particular
Está próximo a su exposición.

La Plaza, testigo de tantas músicas cuaresmales,
De nuevo caja acústica de la interpretación
Del eje central de las composiciones de Semana Santa:
Una marcha, dedicada a Ella.

Van sonando, piano, las primeras notas que nos llevan a la melodía,
expresiva, elegante, con clase, escogida para Ella.
Acuden pronto las trompetas, que a tres voces abren
el sonido pleno de toda la banda, fortísimo de bajos,
nuestras fibras sensibles son recoridas por escalas y arpegios,
hasta que encontramos el trío final:
dulce melodía, reflejo patético y melancólico.
VIVA NUESTRA SEÑORA DE LA PIEDAD.


TEMPO DE SILENCIO:

Cuesta de Capitanía, callejón de Croquer,
Enfilo la calle Real: Camino voy de la Vaticana y Castrense San Francisco.
Antes de la Alameda, la Semana Santa Isleña
Se transforma en sabor de trenzado sin espinas,
Dulce de olor, de los clavos de Cristo.
Sabia esquina, la de Moreno de Guerra, donde sabor, olor, vista y oído
De mi Semana Santa Isleña se concentran año tras año.

Llego a la Iglesia, donde el último de los motivos
De este Jueves Santo propio reclama su Tempo:

Entre sombras de recogimiento
Tres melodías, al contrapunto, de orígen barroco:
Un tenor, un barítono y un bajo, maderas figuradas
Que acompañan la imagen de carraqueñas manos tallada.
Seco el fagot, armonioso el clarinete, cuasi humano el oboe,
Capilla precedente de respeto y fervor.

Suena un motete, de Sagradas Escrituras inspirado.
Tenor, duplum y triplun juegan con con el caos armónico,
De tres melodías que se funden como las tres cruces en el Calvario.
Es la vida y es la muerte. La agonía y la esperanza,
La que surge en forma de música: La Pasión que nos inspiran.

Y luego, por el camino, una saeta,
Que no nace de cultas y virtuosdas manos,
Sino de la garganta del pueblo.
Homenaje desgarrado de quien no tiene más que
Su camisa para amplificar su voz.
Y la música para. Quedo el paso, atentos los oídos,
El alma y los sentidos, concentrados entre la ropa y la piel.

martes, 17 de marzo de 2009

CONCIERTO EN LA ESCUELA SAN JOSÉ DE SAN FERNANDO








La Escuela de Música San José presenta un extraordinario concierto de flauta y piano a cargo de Aurora Hernández y Marina Isabel Ramírez

La joven Escuela de Música de San José de San Fernando engalanó su salón de actos para el concierto que sus también jovencísimas profesoras de flauta y piano, Aurora Hernández Foncubierta y Marina Isabel Ramírez Rodríguez, ofrecieron el pasado día 13. Un recital concebido para el disfrute del público, pero también para el lucimiento de las dos intérpretes, que demostraron con suficiencia más que notable al respetable presente, hasta dónde se puede llegar con estudios y tesón.

JESÚS SÁNCHEZ FERRAGUT (San Fernando). 16-03-2009

Sala: Escuela de Música San José. San Fernando
Intérpretes:
Aurora Hernández Foncubierta. Flauta travesera.
Marina Isabel Ramírez Rodríguez. Piano.
Programa:
1ª ParteAirs Valaques: Franz Doppler.
Vocalise Op.34 nº 14: Serge Rachmaninoff
SAnata en Do K.296: W.A. MOzart.
2ª Parte
Andalucía: Henri Busser
Danza de los espíritus de “Orfeo”: Gluck.
Serenata a Lydia de Cadaques: Xavier Montsalvatge.
La fille aux cheveux de lin: Claude Debussy
Fantasía brillante sobre la ópera “Carmen”: F. Borne.

La joven Escuela de Música de San José de San Fernando engalanó su salón de actos para el concierto que sus también jovencísimas profesoras de flauta y piano, Aurora Hernández Foncubierta y Marina Isabel Ramírez Rodríguez, ofrecieron el pasado día 13.

Un concierto concebido para el disfrute del público que llenó el salón de actos, pero también para el lucimiento de las dos intérpretes, que demostraron con suficiencia más que notable al respetable presente, hasta dónde se puede llegar con estudios y tesón, valores de los que están sobradas Aurora y Marina. No hay más que echarle un vistazo a sus currículos para darse cuenta de que poseen una sólida y acreditada formación que de seguro las proyectará a un lugar importante en el plano de la interpretación de la flauta y del piano.

Aurora Hernández, que a su condición de profesora de flauta une la de Directora de la Escuela de Música San José, posee un dominio del instrumento excelente, y se muestra segura frente al público, no dudando en dar lo mejor de sí y de sus conocimientos musicales e instrumentales (que no son pocos), en todo momento, sin titubeos. Y eso que el público en esta ocasión no era un público cualquiera. Entre las sillas del salón de actos, músicos profesionales, directores, y estudiantes, junto con personalidades del mundo cultural isleño. Una auténtica prueba, y en su ciudad natal…Ya se sabe, que jugar en casa tiene sus ventajas, pero también sus serios inconvenientes, pues la obligación de hacerlo bien, como es el caso de Aurora, es más acentuada, si cabe.

Marina Ramírez me pareció una excelente pianista, con grandes cualidades, y una estupenda condición para el acompañamiento en un tipo de concierto como el del pasado 13. Gaditana de nacimiento, tiene un largo y exitoso camino por delante habida cuenta su juventud.

Y del concierto en sí decir que el programa denota una cuidada selección. Un concierto amplio, variopinto, aunque basado en la melodía y la armonía, a excepción de la “Serenata a Lydia de Cadaqués” (para mí lo mejor de la noche) de Xavier Montsalvatge. Un buen trabajo, sin duda hecho con cariño, y pensando en el público, que a pesar del buen sabor de boca dejado por la estupenda interpretación de la “Fantasía brillante sobre la ópera Carmen” de F. Borne, pidió propina, a lo que accedieron, como no podía ser de otra manera, estas dos jóvenes promesas gaditanas de la flauta y el piano. Ojalá que tengan suerte en su carrera profesional y el levante de esta su tierra las empuje al más alto de los puestos del panorama de la interpretación musical. Enhorabuena.
http://www.diariobahiadecadiz.com/noticias/criticaescuelasanjosesanfernando13032009.htm

martes, 27 de enero de 2009

EL ELIXIR DE AMOR. Ópera de Gaetano Donizetti. TEATRO VILLAMARTA, JEREZ.


La fórmula magistral de Ismael Jordi y su profesionalidad superan con creces cualquier elixir: al pan, pan y al vino, vino.

El Elixir de Amor que se ha representado en el Teatro Villamarta ha conseguido estar a la altura del concepto de espectáculo superior que define a la ópera: La conjunción del teatro y la música en una misma escena. Deleite para el ojo, la mente y el oído. Pero lo más destacado, un Ismael Jordi creciendo cada día más en calidad interpretativa y en facultades canoras. Fue su noche, y probablemente su ópera. Su papel. Al pan, pan. Y al vino, vino. Enhorabuena.

XUXA CILEA (Jerez). 26-01-2009

Sala: Teatro Villamarta de Jerez.
Obra: L’Elixir D’Amore de Gaetano Donizetti.
Libreto de Felice Romani

Reparto:
Adina: Ainhoa Garmendia.
Nemorino: Ismael Jordi.
Dulcamara: Stefano Di Peppo.
Belcore: Rodrigo Esteves.
Giannetta: Leticia Rodríguez.

Orquesta Filarmónica de Málaga. Director: Gianluca Martinenghi
Coro del Teatro Villamarta. Director: Juan Manuel Pérez Madueño.
Escena: Paco López.
Vestuario: Jesús Ruiz.
Ayudante escenografía: Javier Hernández.

Por mucho que me lo pida el cuerpo, no entraré en polémicas acerca de porqué no vino quién tendría que haber cantado en el Villamarta junto a Jordi, en esta nueva versión del Elixir de Amor. No merece la pena, cuando hemos podido ver (en mi caso, en la última representación de las tres programadas por Villamarta) un Ismael Jordi llenando por completo la escena y el aforo del Teatro. Gran paso adelante el dado por el tenor jerezano, que lo mete de lleno en la dramaturgia: Mucho más suelto en la escena, consigue convencer al espectador de la teatralidad bufa de la obra de Donizetti. Los chapetones coloreados del maquillaje de sus mejillas, fueron acompañados por una estupenda interpretación del personaje bucólico-ingenuo, Nemorino, perdidamente enamorado de Adina, la guapa lugareña que embelesa a campesinos y militares, en una obra cómica que persigue la risa del espectador, a la vez que su deleite musical con el bel canto de sus arias.

El Elixir de Amor que se ha representado en el Teatro Villamarta ha conseguido estar a la altura del concepto de espectáculo superior que define a la ópera: La conjunción del teatro y la música en una misma escena. Deleite para el ojo, la mente y el oído.

El público jerezano disfrutó con el espectáculo. Aplaudió a rabiar cada una de las intervenciones de Ismael Jordi, y cosa insólita, hizo que el tenor repitiera íntegra el aria “Una furtiva lagrima”. Es cierto que ayudó también el apoyo prestado por la Dirección de la versión y la escenografía, que incluso hizo aparecer en escena al archiconocido “Tío Pepe” jerezano, disfrazado bajo la supuesta apariencia de un mágico elixir capaz de hacer obtener los favores amorosos de las féminas a quien lo bebiera siguiendo las instrucciones de su “destilador”, el embaucador Dulcamara, quien no dudó en desplegar en un momento dado una bandera jerezana, poniéndosela a la espalda, cual tifossi italiano convencido de las bondades de su excelente bebida.

Junto a Jordi, intervino en el papel de Adina, la soprano de San Sebastián, Ainhoa Garmendia, quien le dio al papel la comicidad y frescura necesaria. Su sonrisa y desparpajo en la escena fueron determinantes para la credibilidad del personaje, que requiere que la soprano proyecte la sencillez de lo natural, junto con la viveza, también natural, pero contrapunto de la ingenuidad de Nemorino. Su registro funcionó perfectamente en conjunción con el de Jordi: Ainhoa posee una trabajada técnica así como una correcta dicción.

El barítono Rodrigo Esteves y la soprano Leticia Rodrígues también tuvieron una buena intervención.
Como decía al principio, todo fue espectáculo en la representación de esta versión villamartina del Elixir de Amor. También contribuyeron a ello la Escenografía y la Sinfónica de Málaga. Pero realmente lo que pude ver en el Teatro el pasado sábado 24 fue un Ismael Jordi creciendo cada día más en calidad interpretativa y en facultades canoras. Fue su noche, y probablemente su ópera. Su papel. Al pan, pan. Y al vino, vino. Enhorabuena.